Consejos y recomendaciones para controlar la ansiedad al dejar de fumar

El hábito de fumar es uno de los más extendidos en todo el mundo y una de las adicciones más difíciles de superar según las estadísticas. Esto se debe a que la nicotina, una sustancia altamente adictiva, está presente en el entorno social y se asocia a momentos de relajación o placer. Dejar de fumar puede generar ansiedad y malestar, y estas consecuencias lo convierten en una de las drogas con más recaídas y más difíciles de dejar. Por suerte, hay algunas recomendaciones que pueden ayudar a controlar estos síntomas y mejorar la calidad de vida.

Para empezar, es importante identificar en qué fase se encuentra la persona que quiere dejar de fumar. Si la persona no considera tener un problema puede resultar más difícil el proceso y afectar a su motivación y a la cantidad de recursos que pondrá en marcha durante el proceso de dejar de fumar. Una vez se tiene claro el objetivo, se recomienda hacer una lista de actividades y pasatiempos que se disfruten o se hayan practicado en el pasado. Estas actividades ayudan a llenar el vacío que se crea al dejar de fumar.

Otra recomendación importante es convencerse de que los síntomas de ansiedad y malestar que se experimentan al dejar de fumar son temporales y que, a largo plazo, dejar de fumar será muy reconfortante. Para ayudar en este proceso, se puede llevar un calendario y tachar cada día que se pasa sin fumar, lo que refuerza la motivación y el éxito de la persona.

También es fundamental salir de la zona de confort y evitar las actividades que antes se asociaban con el hábito de fumar. Si se fumaba mientras se tomaba café, por ejemplo, se puede optar por beber el café mientras se realiza otra actividad. Además, se recomienda hacer actividades gratificantes y placenteras, como pintar, practicar deporte o pasear por la naturaleza, para distraerse y reducir la ansiedad y el malestar.

Las técnicas de relajación y respiración profunda también son efectivas para reducir los niveles de ansiedad y familiarizarse con ellas antes de dejar de fumar. Por último, llevar una vida social más sana y hacer cambios en la vida social puede ayudar a sobrellevar mejor los síntomas de ansiedad y malestar al dejar de fumar.

Un psicólogo puede ayudar a una persona a dejar de fumar mediante terapia cognitivo-conductual (TCC), que se enfoca en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que llevan al consumo de tabaco. El psicólogo puede ayudar a la persona a establecer metas y estrategias para dejar de fumar, como reducir gradualmente el consumo de tabaco o elegir una fecha para dejar de fumar por completo. Además, el psicólogo puede proporcionar apoyo emocional y motivación durante el proceso de abandono del tabaco. La TCC también puede ayudar a la persona a lidiar con los desencadenantes del consumo de tabaco y prevenir las recaídas.

Otro tipo de ayuda para reducir la ansiedad a la hora de dejar de fumar son los fármacos. El médico de cabecera puede recetar medicamentos que facilitan el proceso. El Bupropión es uno de los fármacos mas utilizados para tal fin.

En resumen, dejar de fumar puede ser un proceso difícil, pero siguiendo estas recomendaciones se puede hacer más llevadero y controlable. Lo más importante es tener la motivación y los recursos necesarios para afrontar los momentos de ansiedad y malestar que se presentan al dejar de fumar. Con estas herramientas, se puede lograr dejar atrás este hábito y disfrutar de una vida más saludable y plena.

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