Claves para vivir sin ansiedad.

¿Te cuesta relajarte y desconectar? ¿Sientes tensión, nerviosismo, excitación…? Podríamos decir que la ansiedad es el mensaje que manda tu cerebro para avisar a tu cuerpo de que algo nos preocupa y vamos pasados de revoluciones.

Cuando sufrimos un exceso de actividad nuestra mente se resiente y nuestro cuerpo sufre también las consecuencias.

Para no caer en una espiral de hiperactivación o excesos de responsabilidad debemos de tomar medidas preventivas y ajustar nuestras expectativas a las posibilidades reales.

Quizá no podamos controlar del todo nuestro entorno, pero si que podemos controlar lo que hacemos con nuestro tiempo o, al menos, con gran parte de él. Para eso vamos a dejarte abajo algunos consejos que puedes seguir si quieres llevar una vida más tranquila y alejada del estrés.

Consejos para manejar las emociones y alejarse del estrés.

Huir de los problemas no siempre es la solución mas adecuada, pero si que puede servir de ayuda si estos problemas no están bajo nuestro control o no tienen solución.  Aléjate de las personas que no te aporten nada bueno y evita, en la medida de lo posible, situaciones que te generen un alto nivel de estrés. Si no se pueden evitar, lo mejor es analizar estas situaciones y encontrar la manera de abordarlas poco a poco y por partes.

Practica deporte o actividades que sean gratificantes

Salir a pasear, correr, nadar… estas actividades pueden resultar muy beneficiosas para controlar de la ansiedad. La rutina trabajo-casa/casa-trabajo puede generar una espiral donde los dos únicos pensamientos sean trabajar para mantener el hogar. Realizar actividades que nos resulten gratificantes o practicar algo de deporte durante la semana ayuda a regular el sistema nervioso y a reducir el nivel de estrés físico y mental.

Expresa tus emociones

Cuando se educa a los niños en las aulas se les enseña idiomas, matemáticas, biología…, pero no se les enseña a gestionar sus emociones. La educación emocional ayuda a que las personas aprendan a conectar, manejar y airear lo que sienten. La idea de que un hombre no debe llorar o la de que las mujeres deben ser delicadas promueven la contención emocional. Este tipo de creencias generan un remolino de emociones no expresadas que quizá, en el momento, pueda resultar adaptativo no manifestarlas, pero a la larga provoca un malestar que muchas veces es difícil de gestionar.

Practica el mindfulness

La vida cambia rápidamente y estos cambios nos obligan a estar constantemente pensando en el futuro, para prevenir, o en el pasado para aprender. Vivir constantemente pensando en los acontecimientos futuros genera un sentimiento de incertidumbre elevado y esto eleva también el nivel de ansiedad. La práctica de mindfulness ayuda a entrenarse para centrarse en el presente. Esta es otra de las principales claves para vivir sin ansiedad.

Cuida tus horas de sueño.

Cuidar la higiene del sueño es algo fundamental a la hora de prevenir la ansiedad. Dormir entre 7 y 8 horas diarias, no usar pantallas a partir de ciertas horas, usar la cama exclusivamente para dormir o para los momentos íntimos y no tomar excitantes son solo algunos de los consejos que pueden ayudarnos a generar horas de sueño de calidad y llevar una energía adecuada a lo largo del día.

No te pierdas en los detalles

Se pierde mucho tiempo en detalles sin importancia. Elegir un plato u otro de la carta no va a cambiar drásticamente la vida de nadie. Es mucho el tiempo y la energía que se emplea en ello, y esto genera unos sentimientos (incertidumbre, frustración…) que no nos ayudan a encontrar la tranquilidad. Si lo pensamos fríamente, en realidad, el resultado final no es tan importante ya que no son decisiones vitales y no merecen tanto gasto energético en ello. El exceso de opciones hace que nuestro cerebro funcione con altas revoluciones y terminen saliéndonos las opciones por las orejas. Por eso lo mejor es aventurarnos a equivocarnos y, si esto sucede, siempre podremos elegir la otra opción en futuras situaciones.

Otro método para reducir la ansiedad es la meditación

La meditación ha demostrado ser efectiva para reducir la ansiedad y el estrés. Al meditar, se puede entrenar la mente para centrarse en el momento presente y disminuir la rumiación y las preocupaciones sobre el futuro.

Además, algunos alimentos pueden ayudar a reducir la ansiedad

 Los alimentos ricos en magnesio, como las nueces, las semillas y las legumbres, pueden ayudar a reducir la ansiedad al mejorar la función del sistema nervioso. También se ha demostrado que la incorporación de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y las nueces, puede ayudar a reducir la ansiedad.

Es importante recordar que cada persona es única y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Si la ansiedad está afectando significativamente su vida diaria, es importante buscar ayuda profesional para encontrar el tratamiento adecuado.

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